25 abril 2013

Boston bien de cerca


Cecilia, corrió el último Maratón de Boston, el de los tristes sucesos; ella es residente en Estados Unidos medica de profesión allí cerca de de donde se realizo el último Mundial Master de Sacramento donde nos represento y fue medalla de bronce en los 10.000 metros.
Nos acerca una pequeña reseña de lo ocurrido y de su experiencia en la mítica Boston donde termino en 3 h 14m 13s.
Gracias Cecilia por representarnos y ser parte de esta locura del correr

La Maratón de Boston 2013:

Mi preparación a Boston comenzó el 28 de Diciembre del 2012. Nuestro entrenamiento consiste en 18 semanas de preparación. Esta Maratón es la más prestigiosa de los Estados Unidos, y nadie perteneciente a la comunidad de corredores quiere morir sin haberla  experimentado. Es una Maraton desafiante, no solo porque existe un sistema clasificatorio para correrla sino que el recorrido es también desafiante con un sin fin de cuestas desde el comienzo hasta el final.
Llegamos a Boston el Sábado previo a la Maraton conjuntamente con mi equipo (Boulder Track Club). Boston era una fiesta. Desde el momento que llegamos al aeropuerto se palpitaba la fiebre por Boston Maraton. Todas las calles vestidas de amarillo y azul, la gente contenta y todos orgullosos de pertenecer a Boston.
 El día de la Maraton amaneció con unos 5-6 grados y soleado. El día palpitaba para lograr esas marcas con la cual uno sueña tanto tiempo.  Nos encontramos en el centro de Boston donde nos esperaban los colectivos que nos llevarían a la línea de largada: Hopkington. Esto está a unas 26 millas de Boston. La realidad es que Boston Marathon solo se corre en Boston las dos últimas millas. A uno lo dejan en las afueras y luego uno corre hacia Boston. Al llegar a Hopkington nos dejaron en la villa para el atleta, que es un colegio donde uno puede estar cómodo esperando el gran momento del desafío. Me llamo la atención al llegar la cantidad de soldados que se encontraban en los techos del colegio, pense en el buen despliegue de seguridad que había.
 La Maraton comenzó a la hora prevista, ni un segundo más ni menos. La Maraton fue vivir el suenio mismo. Se palpitaba la fiesta, era una inmensa alegría para los corredores y para la gente local. Debería haber 1 millón de  de espectadores, gente joven, niños, adultos y todos unidos para celebrar el esfuerzo, los sueños y el amor al deporte. En los momentos más difíciles de la Maraton ahí están ellos, ayudando con todo su aliento a que sigas adelante para cumplir el sueño. A llegar a Boston yo ya era todo corazón. Al entrar a la calle que me llevaría al arco de llegada, fue una inmensa alegría. Logre cruzar esa linea demostrando una vez más que vale la pena el esfuerzo, los sueños, el sacrificio y luchar por lo que uno cree.
La primera persona que encontré, que siempre es la que más uno recuerda al terminar la Maraton, fue mi entrenador, Lee Troop, que me vino a felicitar. Los dos festejamos lo logrado juntos. Luego nos encontramos con el resto de los atletas en su hotel que se encontraba a dos cuadras del arco de llegada.
Lamentablemente lo que era una fiesta, se transformo en el horror jamás visto en unos segundos. Detonaron las dos bombas, la gente corría sin sentido, sin explicación de lo que había ocurrido. El sistema de seguridad fue nunca visto, en 5 minutos las víctimas fatales fueron llevadas a los hospitales  mas cercanos, los policías, bomberos y equipo swat habían invadido las calles de Boston. Todos fuimos invadidos con una sensación de tristeza, culpa y desolación. Ocurrió lo nunca pensado. Habíamos sido golpeados por donde mas nos duele: el terrorismo.

1 comentario:

Camila dijo...

Soy de competir en distintas maratones cada vez que tengo la oportunidad, y por eso cuando puedo viajar a una ciudad trato de hacerlo para realizar actividades físicas. Tambien me interesa hacer otros tipos de actividades y por eso el ultimo año estoy buscando conseguir las mejores pistas de ski en chile